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"Una barbarie medieval" se reanuda en Japón y tendrá un "serio impacto" en el mundo

Japón decidió retirarse en 2019 de la Comisión Ballenera Internacional (IWC) para reanudar la pesca de ballenas. El director del Centro para el estudio y preservación de los mamíferos marinos de San Petersburgo, Viacheslav Alexéyev, señaló en declaraciones a Sputnik que, para un país tan desarrollado como Japón, esta actividad no es vital.
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Antes Japón también solía matar ballenas a escala industrial, pero lo hacía bajo el pretexto de fines científicos, aseguró el también director del Fondo de contribución para la preservación de los mamíferos marinos.

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"Los nipones se han quitado la careta, según parece, y han decidido llamar al pan, pan y al vino, vino. La única pregunta es si aumentará el número de animales cazados", señaló Alexéyev.

Según el especialista, la caza de ballenas perjudica a los animales, y es un factor importante que limita su número.

"Hoy en día, el ritmo de exploración oceánica mundial es tan rápido, hay una cantidad tan grande de dispositivos técnicos que afectan a estos animales, que ya es hora de parar. La caza de ballenas no es tan importante para la existencia de la humanidad".

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El experto advirtió que estos cetáceos ya tienen muchos problemas, que además van en aumento. Por lo tanto, la pesca de la ballena representa una amenaza para ellos, y su ampliación tendrá un serio impacto negativo en su existencia en el futuro próximo.

"Es hora de pensar en cómo minimizar esta caza en todo el mundo. Se puede mantener en algunos pueblos indígenas pequeños, para los cuales es importante para preservar su estilo de vida. Pero los países industrialmente tan desarrollados como Japón podrían preocuparse por el destino de estos animales y detener su caza", subrayó.

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El mismo problema existe en Islandia y Dinamarca, donde hay matanzas masivas de cetáceos, agregó Alexéyev.

"En el siglo XXI parece una barbarie medieval", opinó el experto.

Actualmente, es imposible garantizar una reproducción de las ballenas en un ámbito cerrado. Mientras tanto, los cetáceos son la cima de la cadena alimentaria y uno de los reguladores que desempeña un papel importante en muchos ecosistemas.

"El ser humano tiene que elegir si quiere vivir en un mundo de maravillosos océanos e islas o en un mundo de vertederos con ratas y palomas", concluyó Viacheslav Alexéyev.

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