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Rusia lanza iniciativa pacifista, y la OTAN mantiene silencio

Un paso encaminado a alejarse de la posibilidad de una guerra nuclear. Lo ha dado Rusia al invitar a los países miembros de la OTAN a adherirse a una moratoria voluntaria para el emplazamiento de misiles de medio y corto alcance.
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La medida es una respuesta a la desaparición del tratado INF, firmado en su día entre EEUU y la entonces Unión Soviética, a través del cual se comprometían a no producir y tampoco instalar los arsenales mencionados, así como a destruir los que tenían en sus manos.

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Fue Washington el iniciador del entierro del documento, insistiendo la parte rusa en que no tuvo ningún pretexto válido para ello. Una vez roto el compromiso, EEUU se apresuró a realizar unos ensayos militares antes prohibidos por el INF. Es algo que demuestra que ni se piensa volver al cumplimiento del mismo, según denunció el canciller ruso, Serguéi Lavrov.

En estas circunstancias, Moscú debería esforzarse al máximo para convencer a los países comunitarios —incluido hablar con ellos "al margen de la OTAN"—,  de que no emplacen en sus territorios los misiles norteamericanos que amenacen a Rusia, como si el tratado INF estuviera vigente. Lo dijo a Radio Sputnik Pere Ortega, director del Centro Delàs de Estudios por la Paz, con sede en Barcelona.

Indicó que sí es posible, teniendo en cuenta la compresión que tienen países "como Alemania y Francia, que son las dos principales potencias en este momento de Europa", sobre hacia dónde avanza la situación.

"Europa vuelve a ser escenario de una posible guerra", subrayó.

En este contexto, insistió en que Rusia tiene que ser lo más transparente posible en lo que tiene que ver con sus movimientos militares, garantizando a sus socios europeos que tampoco instalará misiles de medio y corto alcance.

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En tanto, la OTAN mantiene el silencio ante la invitación de Rusia, algo que no sorprende en absoluto al director del Centro de Estudios Militares y Políticos del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú, Alexéi Podberiozkin.

"Creo que no vale la pena esperar respuesta alguna por parte de la OTAN. Quien manda en el bloque militar es EEUU, que de facto tiene el monopolio en todo lo que respecta a las armas nucleares. El abandono unilateral por parte de Washington del tratado INF es un paso lógico en el sentido de que los estadounidenses desarrollan una nueva generación de los misiles destinados a utilizarse, fundamentalmente, en suelo europeo. Lo que menos les interesa es la opinión de sus aliados comunitarios, ni siquiera les van a consultar en caso de que se les ocurra desatar una guerra", afirmó.

Las autoridades rusas, no obstante, mantienen la calma. Desde el Parlamento del país explicaron que la moratoria propuesta por Moscú busca propiciar que la muerte del tratado INF "no se desemboque en una carrera armamentista y una desestabilización mundial".

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