"Nuestros puestos de observación juegan un papel vital en Idlib y se quedarán allí, realizamos todas las labores necesarias para fortalecerlos", dijo a los periodistas a bordo del avión tras su visita a Kiev.
Agregó que Turquía no permitirá que "surja una nueva guerra ni una nueva ola de refugiados" e informó sobre esto a Rusia.
Asimismo calificó el reciente incidente en Idlib de "una clara violación" del acuerdo con Rusia sobre la zona de distensión en la región ya que, según Erdogan, Ankara informó de antemano a la parte rusa sobre el desplazamiento de sus militares.
Relaciones con Rusia
Turquía no tiene la intención de agravar las relaciones con Rusia debido a la situación en la gobernación de Idlib, declaró el presidente turco.
"No necesitamos un conflicto o discrepancias serias con Rusia en esta etapa, ahora tenemos proyectos estratégicos como Turk Stream y la central nuclear Akkuyu", dijo Erdogan.
Además, subrayó que Turquía no examina la posibilidad de renunciar a los sistemas antiaéreos S-400.
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, confirmó que existe la posibilidad de que la conversación de los dos líderes pueda tener lugar este 4 de febrero.
Ankara acusó a Damasco de haber atacado en la madrugada del 3 de febrero a las fuerzas turcas en Idlib, provocando la muerte de cinco militares y tres civiles.
Idlib forma parte de una de las cuatro zonas de distensión acordadas en mayo de 2017 durante las negociaciones en Astaná, tres de estas zonas pasaron bajo el control de Damasco en 2018.
La cuarta, que abarca Idlib y zonas de las gobernaciones vecinas de Latakia, Hama y Alepo, sigue fuera del control del Gobierno sirio, su mayor parte fue ocupada por el Frente al Nusra, organización terrorista proscrita en Rusia.
A principios de enero se declaró un alto el fuego en la zona de Idlib, acordado por Rusia y Turquía.