Según un comunicado publicado en la web de la compañía, el reportero Stefan Simons y su operador de cámara Max Foerg fueron baleados por la Policía la noche del 30 al 31 de mayo, "unos minutos antes de la transmisión en vivo". El vídeo del incidente fue publicado en la cuenta de Twitter del medio.
Se precisa que "la Policía exigió que los reporteros abandonaran el sitio de las protestas, a pesar de que presentaron un documento de acreditación".
Simons dijo que "podría terminar realmente muy mal".
No es el único incidente con los periodistas ocurrido durante las manifestaciones. El 31 de mayo, se informó que la Policía estadounidense usó gas lacrimógeno contra varios periodistas, entre ellos Mijaíl Turguíev, corresponsal de la agencia rusa RIA Novosti.
Una ola de manifestaciones inundaron Estados Unidos tras la muerte de George Floyd, de 46 años, el pasado 25 de mayo en Minneapolis en un episodio de violencia policial, un hecho que fue filmado y rápidamente se volvió viral.
El 29 de mayo el policía implicado en la muerte de Floyd fue detenido y acusado de homicidio imprudente.
Las manifestaciones se propagaron en al menos 140 ciudades de EEUU, según informan los medios locales. Las autoridades de varias ciudades declararon el toque de queda para frenar las movilizaciones que ya han derivado en violentos disturbios.
Según el canal CNN, las autoridades han detenido hasta la fecha a más de 4.000 personas que participaban en las protestas.