El texto está suscrito por 75 antiguos altos cargos políticos y de gobierno de los tres partidos (PSOE, PP, UCD) que han dirigido España desde la recuperación de la democracia tras la muerte del dictador Francisco Franco.
La lista de firmantes, que encabeza el exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra (PSOE), incluye a destacadas figuras de la política española de los últimos 45 años, así como el apoyo de hasta una quincena de diplomáticos españoles.
"Si sus acciones pudieran ser merecedoras de reprobación, lo decidirán los tribunales de Justicia, pero nunca se podrá borrar la labor del rey Juan Carlos en beneficio de la democracia y de la nación so pena de una ingratitud social que nada bueno presagiaría del conjunto de la sociedad española", reza en el texto.
Una vez conocido el paradero de Juan Carlos
La declaración se ha hecho pública apenas pasadas 24 horas de la revelación por parte de la Casa Real del paradero de Juan Carlos de Borbón, quien se halla desde el 3 de agosto en Emiratos Árabes Unidos, en el golfo Pérsico.
"A lo largo de sus años de reinado y en desempeño de sus funciones constitucionales, Juan Carlos I ha sido invariablemente fiel a sus propósitos democratizadores y a las responsabilidades derivadas del marco institucional, como ocurrió en el 23-F", recoge el texto.
Dirigida a todo el mundo
La misiva también la firman dos ex fiscales generales del Estado, Eligio Hernández y Leopoldo Torres. Los exministros Jesús Sancho Rof (de Obras Públicas, con la UCD), José Manuel Soria (Industria, con el PP) o los extitulares de Justicia Rafael Catalá y Margarita Mariscal (ambos del PP), estampan también su firma en el escrito, que resalta el papel "determinante e imprescindible" de Juan Carlos I en "la bien llamada Transición", donde encarnó "el motor del cambio.
Críticas a la iniciativa
Sin embargo, en las redes sociales son numerosos los comentarios de los usuarios que critican la iniciativa de estos altos cargos, al considerar que, por una parte, expresa una defensa comprensiva con las prácticas presuntamente delicitivas de la cúpula del Estado, y por otra ampara la presencia de políticos mezclados en diversos casos de corrupción e incluso delitos más graves.