Acaba agosto y con el mes, las vacaciones para muchos. Con septiembre llega la vuelta al colegio, a la oficina y a la rutina. La rueda de la economía vuelve a girar, si es que el coronavirus lo permite. Sin embargo, la pandemia parece no detener los lanzamientos de los gigantes de la tecnología. El último, Samsung.
Se trata de un móvil de grandes dimensiones. La pantalla interior del aparato, completamente abierta, llega a las 7,6 pulgadas. Cuando está cerrado, el terminal recupera la forma de un móvil convencional y permite manejar la pantalla exterior de 6,2 pulgadas. En ambos casos, la presencia de bordes es prácticamente residual.
Precisamente, este diseño era un grave problema para la supervivencia del móvil. Y es que la entrada de una mota de polvo por la bisagra del teléfono podía estropear la pantalla interior. Inconveniente superado gracias a la introducción de un nuevo sistema de bisagras más compacto y cerrado, que cuenta con unos minúsculos plumeros que expulsan la suciedad.
Más allá de su pantalla, el nuevo terminal plegable de Samsung se caracteriza por su potencia. El Galaxy Z Fold 2 incluye un procesador Snapdragon 865 en su interior, seguramente un Exynos 990, aunque no se ha desvelado. El móvil tiene 12GB de memoria RAM y 256GB de espacio de almacenamiento. Además, cuenta con una batería de carga rápida e inalámbrica de 4.500 mAh.
En cuanto a la cámara, el aparato incorpora tres cámaras traseras de 12 megapíxeles casa una y dos objetivos para selfies de 10 megapíxeles, una en el interior y otra en el exterior. Gracias a la presencia de dos pantallas, es posible mostrar al retratado la fotografía en tiempo real.
Un móvil de alta gama, peculiar como mínimo. Su diseño conecta con el futuro, aunque no parece que vaya a ser el más seguido en la industria. El Galaxy Z Fold 2 es una curiosidad, pero no para todos los bolsillos. El móvil ya está disponible en la página web de Samsung por 2.009 euros. Para aquellos privilegiados que puedan hacerse con uno, los envíos comenzarán el 18 de septiembre.