Se sabe que este alimento es una importante fuente de vitamina C, magnesio y potasio. Además, es bajo en calorías, por eso se cree que es un gran aliado a la hora de regular el sistema inmunológico, mejorar la producción de colágeno y reparar los tejidos. Sus componentes son capaces de ayudar a reducir la inflamación, los niveles de colesterol y azúcar en la sangre.
A pesar de los numerosos beneficios de este alimento, al igual que cualquier otro, no es recomendable exagerar en su consumo, ya que podría causar problemas en la salud de algunas personas.
Según publica el sitio The Health, también existen mitos falsos de que no se deben guardar cebollas picadas porque se vuelven tóxicas, algo que no puede ser posible porque al cortarlas el pH ácido que desprende este alimento inhibe el crecimiento de microbios y bacterias.
Lo que sí es cierto es que al guardar una cebolla picada, este alimento puede perder sus propiedades y también su frescura, por eso es importante consumirla con moderación en una dieta balanceada para que sus nutrientes mantengan la salud del organismo bajo control.