Las altísimas temperaturas registradas en España a lo largo del verano que ya acaba y que han resultado de récord, sirvieron de motivo a la Comunidad de Madrid para organizar una exposición fotográfica de tipo retrospectivo que muestra la vida cotidiana de los madrileños bajo la canícula implacable.
Conductor de autobús refrescándose con un botijo. Madrid, 1972
© Foto : Fondo fotográfico Martín Santos Yubero ARCM (Ref. ES 28079 ARCM 201.001.28513.13)
Con el título de ¡Qué calor!, el Archivo Regional brinda un amplio catálogo de imágenes propias que también puede ser calificado de viaje en el tiempo. La selección de fotografías, pertenecientes al fondo del reportero gráfico Martín Santos Yubero y a la colección Madrileños, puede ser visitada de manera virtual, en consonancia con los tiempos pandémicos que corren.
Obrero de la construcción refrescándose en un bidón. Madrid, 1954
© Foto : Fondo fotográfico Martín Santos Yubero ARCM (Ref. ES 28079 ARCM 201.001.28513.15)
A través de la web del Portal de Archivos de la Comunidad de Madrid, el público puede acceder a ella descargando el catálogo de manera gratuita y disfrutar del visionado y descripción de más 60 imágenes tomadas entre los años 30 y 70 del siglo pasado, cuando se combatía el calor con abanicos, botijos y chapuzones en la antiguas piscinas del Parque Sindical.
Puesto callejero de botijos. Madrid, 1972
© Foto : Fondo fotográfico Martín Santos Yubero ARCM (Ref. ES 28079 ARCM 201.001.45148.2)
Las imágenes gráficas atestiguan costumbres genuinas, como sumergir la cabeza bajo el chorro de las fuentes públicas, a su vez un elemento recreativo. Así se quitaban los madrileños el calor, por ejemplo, en 1933. Otros bajaban al río Manzanares, a menudo familias enteras, almorzando y pasando el resto del día en las inmediaciones del Puente de los Franceses.
Piscinas y un río como playa
El trabajo de Martín Santos Yubero (1903-1994) tiene toques tanto antropológicos como de contenido social e incluso urbanístico. Desde las escenas familiares en las piscinas Playa Victoria del barrio de Tetuán o en las del antiguo Parque Sindical en el de Puerta de Hierro, hasta las calles desiertas en pleno centro de la capital, también regadas por los operarios del servicio municipal, los llamados manga riega.
El valor documental de las obras expuestas recuerda la importancia de la llamada playa de Madrid, situada a orillas del río Manzanares, cuyas instalaciones fueron creadas en 1932.
Arena, tumbonas, columpios e incluso barquitas. Y quien no se desplazaba hasta la zona, podía recurrir a métodos simples, como remojarse dentro de un barreño en plena calle, como recoge una de las instantáneas con un niño en la calle de Sáinz de Baranda en 1945.
Las fotografías también dan cuenta de la popularidad de las piscinas de barrio. Las Niágara en la Cuesta de San Vicente, las de El Lago en la Casa de Campo, o las anteriormente citadas Playa Victoria y del Parque Sindical, las más célebres.
La vida sigue
La cotidianeidad seguía su curso aun cuando el calor apretaba, circunstancia que tampoco pasaba desapercibida para el objetivo de Santos Yubero. Los obreros se refrescaban en bidones de agua durante su jornada laboral, otros se echaban la siesta, en escenas acontecidas entre 1935 y 1955. Y quien estaba ocioso, daba paso a refrescos, helados u horchata, tan en boga en esa época.
Las tecnologías utilizadas entonces para combatir el calor eran tan tradicionales como eficaces: degustar sandía en un puesto callejero, abanicos y el botijo, de uso extendido incluso en la vía pública, donde también se vendían.
Grupo de jóvenes degustando sandías en un puesto callejero. Madrid, 1935
© Foto : Fondo fotográfico Martín Santos Yubero ARCM (Ref. ES 28079 ARCM 201.001.45148.2)
En 1972 Yubero incluso captó la escena de un conductor de autobús urbano efectuando una parada para echar un trago al artilugio de barro. Pero no todo eran abanicos, en 1964 ya había quien utilizaba pequeños ventiladores a pilas.
Y las noches eran pasto de insomnes forzados, dispuestos a retrasar su caída en brazos de Morfeo. Dormir al raso era una opción en tiempos en los que no proliferaban los sistemas de aire acondicionado. Tal es el caso de una familia captada en 1934 por el ojo de Santos Yubero, instalada al completo en una azotea pertrechada de colchones, hamacas, colchas y, naturalmente, un botijo.
Familia durmiendo en una azotea. Madrid, 1934
© Foto : Fondo fotográfico Martín Santos Yubero ARCM (Ref. ES 28079 ARCM 201.001.42350)
Los derechos de uso de varias de estas imágenes han sido cedidos gratuitamente a Sputnik por la Comunidad de Madrid.