El fenómeno climático conocido como La Niña, sin dudas influenciará las temperaturas del continente latinoamericano.
Este es parte del ciclo del clima conocido como El Niño-Oscilación del Sur, que tiene presencia en regiones tropicales durante varios meses e influye en las temperaturas globales.
El ciclo cuenta con dos extremos: una fase cálida denominada El Niño y otra fría conocida bajo el nombre de La Niña, ambas con efectos sobre las aguas del Pacífico.
El fenómeno tiene un impacto contrario en el norte y sur de América Latina. En Colombia, Venezuela y el norte de Brasil, La Niña suele manifestarse con lluvias abundantes y un aumento del caudal de los ríos e incluso inundaciones, mientras que en Ecuador, Argentina, Perú, Bolivia y el sur de Brasil como el de Chile, se presenta con condiciones más secas de lo habitual.
Además, según constata el portal clima, puede llegar a producir eventos como sequías o condiciones favorables para grandes lluvias. México estará expuesto a posibles sequías en el norte del país durante el invierno y en Centroamérica, Guatemala, el sur de El Salvador, el centro de Honduras y la costa del Pacífico de Costa Rica y Panamá estarán más arriesgados a lluvias anormales.
En Argentina ya se visualizan varios efectos del fenómeno global. Recientemente el pronóstico trimestral del Servicio Meteorológico Nacional estimó que entre diciembre y febrero el país atravesará temperaturas superiores a las normales en el sur del litoral, Buenos Aires, La Pampa, el centro y el norte de la Patagonia, y no descartó "la ocurrencia de temperaturas máximas extremas y/o eventos de ola de calor" en algunas zonas del país.
En cuanto a las precipitaciones, se advirtieron valores normales o inferiores a ellos en el norte del país y lluvias superiores en el sur de la Patagonia argentina.
En tanto, en Uruguay, el Instituto Uruguayo de Meteorología coincidió en que "la intensidad del fenómeno La Niña es moderada y no se espera que se intensifique" y agregó que los pronósticos indican que hay un 50% de probabilidades de que La Niña se mantenga activa hasta otoño de 2022.
El fenómeno climático ya había tenido lugar anteriormente en el invierno de 2020-2021 y antes que eso en 2017 y 2018.