Según datos del organismo, el Departamento de Estado ha asignado a varias organizaciones no gubernamentales la tarea de desacreditar la operación militar en la sociedad rusa. Para esto, "se ha preparado una serie de lemas primitivos pero alarmistas que tienen por objetivo sembrar el pánico" que comenzaron a difundirse en los canales de Telegram y de otras redes sociales.
"Su idea principal consiste en que el régimen democrático de Kiev, con el apoyo del gran y poderoso Occidente, está a punto de infligir una aplastante derrota a la Rusia totalitaria, y que solo una protesta civil masiva supuestamente puede salvar al país de una inminente catástrofe", explica Naríshkin.
El alto funcionario subraya que para reforzar la impresión, Washington ordena a sus colaboradores utilizar activamente lenguaje obsceno, expresiones ofensivas e imágenes vulgares. "También recomiendan difundir las noticias falsas más increíbles destinadas a deshumanizar a los líderes políticos y militares de Rusia ante la opinión pública", señala.
25 de abril 2022, 13:19 GMT
Naríshkin prosigue que, según el Departamento de Estado, este método es especialmente eficaz para influir en los jóvenes habitantes de zonas urbanas que, al "tragar este disparate", podrían salir a las calles y de esta manera lanzarían los llamados "cambios liberales y democráticos" beneficiosos para Occidente.
El jefe de la inteligencia comparó las acciones de Washington con las técnicas de propaganda utilizadas por la Alemania Nazi y, en particular, por Joseph Goebbels, quien en su tiempo dijo: "Denme los medios y convertiré a cualquier pueblo en una piara de cerdos".
"Con los rusos, en 1941, no tuvo éxito", recuerda Naríshkin, quien se muestra convencido de que Washington tampoco lo logre.
"Me gustaría aconsejar al Departamento de Estado que no se rebaje a las palabrotas callejeras. Miren que corren el riesgo de caer por un acantilado y morir en las aguas del mar", concluye.
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