"Hasta el 9 de enero de 2022, dos efectivos de las Fuerzas Armadas de Kazajistán murieron y 163 personas más resultaron heridas durante las acciones encaminadas a garantizar la vigencia del estado de emergencia", publicó el Ministerio en el canal de Telegram CORONAVIRUS2020.KZ.
En algunas regiones del país, según el comunicado, los extremistas intentaron tomar por asalto las bases militares, pero no lo consiguieron.
La situación en Kazajistán se desestabilizó el 2 de enero, con el estallido de protestas por el alza de los precios del gas licuado de petróleo en el suroeste del país.
A pesar de que una comisión gubernamental determinó después bajar los precios del combustible, las protestas no cesaron y se extendieron a otras zonas del país, en particular a Almaty, derivando en violentos disturbios que hasta el momento han dejado decenas de muertos y miles de heridos.
Entre los agentes del orden, según el Ministerio del Interior kazajo, las bajas ascienden a 16 muertos y más de 1.300 heridos.
Alrededor de 6.000 personas han sido detenidas hasta la fecha a raíz de los disturbios.
El 5 de enero, el presidente kazajo, Kasim-Yomart Tokaev, aceptó la dimisión del Gobierno en pleno y asumió la jefatura del Consejo de Seguridad Nacional, encabezado hasta entonces por el expresidente Nursultán Nazarbáev.
Además, solicitó a la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) enviar fuerzas de paz para hacer frente a la "amenaza terrorista" y a los intentos de socavar la integridad del Estado kazajo.
La organización, que aglutina a Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán, Rusia y Tayikistán, respondió de inmediato a la solicitud y el primer contingente llegó el 6 de enero.
Las autoridades kazajas decretaron el estado de emergencia hasta el 19 de enero y el toque de queda que rige de las 11 de la noche hasta las 7 de mañana.
El 7 de enero, el presidente Tokáev dio a los cuerpos de seguridad la orden de disparar a matar contra los radicales violentos que se resisten a deponer las armas. Al mismo tiempo, el mandatario kazajo prometió presentar un plan de reformas en respuesta a las reivindicaciones de manifestantes pacíficos.