En el colegio electoral de Largo do Machado, en uno de los reductos de la izquierda en Río, cientos de electores entraban y salían de votar con fluidez y sin las colas que se vieron en la primera vuelta, según pudo comprobar Sputnik.
La mayoría confesaba haber votado a Lula, favorito en las encuestas.
"Espero que Lula gane de cualquier manera, no es Lula en realidad, son las fuerzas que se han unido contra el fascismo", decía a esta agencia Luis Pedro Antunes después de teclear el número 13 [correspondiente al Partido de los Trabajadores, PT] en la urna electrónica.
Muchos de los votantes acudían ataviados con camisetas rojas (partidarios de Lula) o verde-amarillas (simpatizantes de Bolsonaro), o con pegatinas y banderas; la ley electoral brasileña no impone restricciones a la vestimenta de quienes concurren a sufragar.
Entre los votantes de más edad, Bolsonaro tiene cierta ventaja. Luiz Carlos Figueredo, un jubilado de 77 años, confesaba haber tecleado el 22 en la urna, el número del actual presidente, pensando en sus nietos y en un bisnieto que está por nacer.
"Confío en la victoria, no por Bolsonaro, sino porque es la victoria de Brasil; si vuelve la izquierda… tengo mucho miedo de la vuelta del PT, por todo lo que intentaron hacer y no consiguieron (…) pero Dios es grande y vamos a confiar", decía, restando importancia a lo que dicen los sondeos.
Para Fátima Lima, ama de casa, pase lo que pase Brasil saldrá perdiendo, porque el país está muy dividido: "No están luchando por la democracia, es una lucha de poder, una guerra política", decía, reacia a exponer su voto, aunque finalmente confesó haber votado al capitán ultraderechista.
30 de octubre 2022, 14:32 GMT
Bolsonaro y Lula votaron a primera hora de la mañana; en total están llamados a las urnas 156,4 millones de brasileños, aunque en la primera vuelta hubo una abstención superior al 20%, que podría repetirse.
Los colegios electorales permanecerán abiertos hasta las 17 hora local (20:00 GMT) y el resultado se conocerá poco después.