"Una inversión social": la estrategia nicaragüense de congelar los precios de los combustibles
14:11 GMT 12.10.2023 (actualizado: 14:39 GMT 12.10.2023)
© Sputnik / Marcela Rivera
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La nación centroamericana congeló los precios de los combustibles y la energía, desde marzo de 2022, para paliar el impacto del alza inflacionaria que golpea al mundo. ¿Qué significa para Nicaragua esta medida?, ¿cómo repercute en su economía, considerada una de las más pequeñas en la región?
El presidente nicaragüense, Daniel Ortega, decidió reorientar ese año el impulso de la economía de su país con el subsidio a los hidrocarburos, la energía, el gas butano, el transporte y el agua potable ante la escalada inflacionaria que se agravó en el mundo.
Para el mandatario, la volatilidad de los precios del petróleo es el talón de Aquiles de la economía de Nicaragua, sacudida por un aumento global del costo de los combustibles que desencadenó la mayor inflación de la última década, principalmente de naturaleza importada, con 11,59%.
"La inflación fue atenuada por la política del Gobierno de implementar un subsidio generalizado a los precios de la gasolina, diésel y gas butano de uso domiciliar", informó el Banco Central de Nicaragua (BCN) en su informe anual 2022, publicado el 31 de marzo de este año.
El ministro de Hacienda y Crédito Público de Nicaragua, Iván Acosta
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El ministro de Hacienda y Crédito Público, Iván Acosta, afirmó a Sputnik que Nicaragua fue el primer país de Centroamérica que logró estabilizar los precios de los hidrocarburos con una partida de 120 millones de dólares en 2022, para evitar daños a la estructura económica que se encuentra en recuperación.
"Iba a haber un impacto en los costos de producción y del transporte vinculado a la producción, eso iba a afectar la competitividad del país, que iba a producir a precios más altos, iba a ser más difícil exportar a precios más altos y eso iba a tener un impacto en la reducción de las exportaciones en 2022. Impactaría directamente en el empleo, el trabajo y la pérdida de salario, lo cual no es bueno para ninguna economía y sobre todo para una economía [la de Nicaragua] que venía recuperándose desde 2021", explicó el funcionario de Managua.
El 2021, Nicaragua veía la luz después de una sucesión de crisis ocasionadas por las protestas violentas del 2018, el paso de los huracanes Eta e Iota en 2020 y los estragos provocados por la pandemia del COVID-19. El país alcanzó el PIB más alto de su historia con 13.850 millones de dólares; una remontada que borró las pérdidas acumuladas por la recesión de los años anteriores.
Evitar el deterioro social
Así, en 2022, Ortega orientó movilizar recursos del presupuesto de la república para evitar que la escalada inflacionaria provocara un deterioro social, comercial y productivo.
"Nosotros teníamos un excelente programa, excelente presupuesto, pero tenemos que ajustarlo a las circunstancias, concentrando los recursos donde nos den el mayor rendimiento, el mejor resultado. Y lo primero que hemos hecho y continuaremos haciendo es garantizar que el combustible, el gas y, por tanto, las tarifas de energía, las tarifas de agua, todo lo que deriva de la energía, que no se incrementen", afirmó el gobernante centroamericano durante la celebración del aniversario 127 del natalicio del héroe de Nicaragua, Augusto Sandino.
El mandatario reconocía el punto de partida de una "nueva estrategia económica" de su país.
"En un escenario global atenuado por los enfrentamientos entre el imperialismo yanqui, el imperialismo europeo, la OTAN, contra la Federación de Rusia y una multitud de sanciones que han lanzado para afectar al mundo", manifestó entonces el presidente centroamericano en relación a la crisis de Ucrania.
11 de octubre 2023, 16:58 GMT
Alivio del Banco Centroamericano de Integración Económica
La decisión de financiar un subsidio generalizado al combustible, la energía y el gas butano de Nicaragua, fue aliviado por un préstamo que el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) otorgó por un valor de 200 millones de dólares a los países fundadores del organismo, mediante el programa "para amortiguar los efectos en la economía" del alza del petróleo.
Al ser consultado del endeudamiento que significa para el país la obligación contraída con el BCIE, Acosta afirmó que el subsidio significó una decisión estratégica más que un gasto para Nicaragua.
"Es una inversión social y una inversión económica. La estabilidad de los precios de la energía fue una inversión estratégica para el país, una inversión que garantiza el buen funcionamiento de la economía, garantiza que el sistema productivo pueda continuar con un rumbo de crecimiento y además mantener los niveles de exportaciones cerca de los 8.000 millones de dólares que se exportó en 2022, que al mismo tiempo creó una estabilidad en el empleo que es una de las variables más importante para un pueblo", manifestó el titular de Hacienda.
Ante un escenario de persistencia de los riesgos de la geopolítica mundial, agravado por la escalada del conflicto en Oriente Medio, Nicaragua mantiene "políticas macroeconómicas adecuadas" con un una proyección de la inflación menor al 8% en 2023 y un crecimiento en el rango del 2,5% a 3,5% según el Banco Central.
Estas cifras hacen suponer que se mantendrá la intervención del Estado con medidas que contengan la inflación de los precios del combustible una vez que culmine el programa de alivio del BCIE en diciembre de 2024.
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