"Hay una tendencia hacia la diversificación": ¿por qué América Latina está tan interesada en China?
"Hay una tendencia hacia la diversificación": ¿por qué América Latina está tan interesada en China?
Sputnik Mundo
El presidente colombiano Gustavo Petro se encuentra en China, un país con el que Bogotá busca diversificar su oferta comercial. Con la visita, el mandatario... 25.10.2023, Sputnik Mundo
Tan solo en lo que va de 2023, el mandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; el argentino Alberto Fernández; el presidente de Chile, Gabriel Boric y la presidenta hondureña, Xiomara Castro han viajado a China para sostener reuniones de alto nivel con autoridades del gigante asiático, en aras de estrechar los lazos comerciales entre sus países y Pekín. Y es que China es un socio vital para los líderes de la región latinoamericana: desde 2010 es el principal socio comercial de Brasil, país junto con el que conforma la alianza BRICS (junto a Sudáfrica, la India y Rusia), mientras que en 2022 China fue el segundo socio comercial de la Argentina, con un intercambio total por 25.430 millones de dólares. En un momento en que el gigante asiático ya está afianzado en el comercio de las más grandes economías latinoamericanas, otras naciones del continente han decidido virar su rumbo. El maestro en economía y académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Raúl Ignacio Morales Chávez explica que desde hace ya varios años Pekín ha buscado ganar terreno en la economía latinoamericana; sin embargo, fue a partir de 2014, tras un foro entre países de la región y China, que se afianzaron las relaciones bilaterales, mediante un Plan de Cooperación 2015-2019.De acuerdo con el experto, a pesar de las presiones disuasivas de Estados Unidos, los países latinoamericanos han decidido apostar por estrechar sus lazos con Pekín, que, mediante el ambicioso proyecto conocido como la Franja y la Ruta, ofreció grandes beneficios a la región, en un momento en que el producto interno bruto (PIB) chino es el segundo más grande del planeta, solo superado por el estadounidense, según valoraciones del Banco Mundial.De acuerdo con la estudiosa Michelle Calderón, maestra en estudios de Asia y África con especialidad en China, egresada del Colegio de México (Colmex), en cuanto a comercio bilateral Pekín se ha posicionado como uno de los principales importadores de las materias primas latinoamericanas, mientras que a su vez la región ha repuntado como comprador de los productos asiáticos, principalmente los electrónicos, manufacturados y textiles. Una tendencia multipolar Ambos especialistas coinciden que actualmente el comercio mundial vira poco a poco hacia una tendencia multipolar, lo que ha generado que cada vez más países latinoamericanos tengan un especial interés por el mercado chino. De acuerdo con Raúl Ignacio Morales Chávez, todos los países del Cono Sur tienen la posibilidad de estrechar sus relaciones comerciales con el gigante asiático; y no solamente como exportadores de materias primas, sino a su vez como receptores de inversión."[Estos países] pueden ser receptores de empresas de alta tecnología (...) Recordemos que las principales empresas que han entrados a Sudamérica son empresas de propiedad pública del Gobierno chino", agrega.¿Y México? De acuerdo con Michelle Calderón, México tiene una mayor integración económica con América del Norte, por lo que todos los esfuerzos de los Gobiernos de ese país latinoamericano han estado concentrados en estos socios comerciales, es decir, Canadá y Estados Unidos. "La geografía de México influye mucho, la vecindad de México con Estados Unidos limita que exista un mayor acercamiento con países asiáticos y que exista un mayor acercamiento incluso con países latinoamericanos", explica.Al respecto, Morales Chávez coincide con la visión de que el comercio mexicano está en una suerte de codependencia con Washington, que se afianza desde la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (1994) y su ratificación en 2018, ya como Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). "México tiene una alta dependencia con Estados Unidos; en cambio, ni Brasil ni Argentina tienen esta situación. México seguiría, por ejemplo, en entrar a los BRICS, pero definitivamente no lo va a hacer por su relación con América del Norte", sentencia.
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"Hay una tendencia hacia la diversificación": ¿por qué América Latina está tan interesada en China?
El presidente colombiano Gustavo Petro se encuentra en China, un país con el que Bogotá busca diversificar su oferta comercial. Con la visita, el mandatario sudamericano se suma a la lista de jefes de Estado de América Latina que han visitado el gigante asiático. ¿Por qué la región está tan interesada en Pekín?
Tan solo en lo que va de 2023, el mandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; el argentino Alberto Fernández; el presidente de Chile, Gabriel Boric y la presidenta hondureña, Xiomara Castro han viajado a China para sostener reuniones de alto nivel con autoridades del gigante asiático, en aras de estrechar los lazos comerciales entre sus países y Pekín.
Y es que China es un socio vital para los líderes de la región latinoamericana: desde 2010 es el principal socio comercial de Brasil, país junto con el que conforma la alianza BRICS (junto a Sudáfrica, la India y Rusia), mientras que en 2022 China fue el segundo socio comercial de la Argentina, con un intercambio total por 25.430 millones de dólares.
En un momento en que el gigante asiático ya está afianzado en el comercio de las más grandes economías latinoamericanas, otras naciones del continente han decidido virar su rumbo.
El maestro en economía y académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Raúl Ignacio Morales Chávez explica que desde hace ya varios años Pekín ha buscado ganar terreno en la economía latinoamericana; sin embargo, fue a partir de 2014, tras un foro entre países de la región y China, que se afianzaron las relaciones bilaterales, mediante un Plan de Cooperación 2015-2019.
De acuerdo con el experto, a pesar de las presiones disuasivas de Estados Unidos, los países latinoamericanos han decidido apostar por estrechar sus lazos con Pekín, que, mediante el ambicioso proyecto conocido como la Franja y la Ruta, ofreció grandes beneficios a la región, en un momento en que el producto interno bruto (PIB) chino es el segundo más grande del planeta, solo superado por el estadounidense, según valoraciones del Banco Mundial.
"En el caso concreto de los países de América Latina, su mercado principal no es Estados Unidos, la mayor parte de su comercio es entre ellos, además de Europa y China (...) Se ha vuelto más atractiva [la relación entre Latinoamérica y Pekín] porque a China ya no solamente le interesa que le vendan materias primas y alimentos, sino también productos con valor agregado; por ejemplo, autotransportes, autopartes", subraya el universitario.
De acuerdo con la estudiosa Michelle Calderón, maestra en estudios de Asia y África con especialidad en China, egresada del Colegio de México (Colmex), en cuanto a comercio bilateral Pekín se ha posicionado como uno de los principales importadores de las materias primas latinoamericanas, mientras que a su vez la región ha repuntado como comprador de los productos asiáticos, principalmente los electrónicos, manufacturados y textiles.
"China es un socio importante en materia extranjera directa porque hay cada vez mayor presencia en empresas latinoamericanas de sectores específicos; no solo han sido los principales inversionistas, sino también aporta conocimientos e innovación para algunos de estos proyectos del sector energético, minería e infraestructura", apunta.
Ambos especialistas coinciden que actualmente el comercio mundial vira poco a poco hacia una tendencia multipolar, lo que ha generado que cada vez más países latinoamericanos tengan un especial interés por el mercado chino.
"Existe una tendencia hacia la diversificación de los socios comerciales. Por un lado había una dependencia excesiva de algunos países latinoamericanos hacia Estados Unidos y en este sentido el hecho de que China existe como una alternativa a esa dependencia también resulta muy atractivo", explica Calderón.
De acuerdo con Raúl Ignacio Morales Chávez, todos los países del Cono Sur tienen la posibilidad de estrechar sus relaciones comerciales con el gigante asiático; y no solamente como exportadores de materias primas, sino a su vez como receptores de inversión.
"[Estos países] pueden ser receptores de empresas de alta tecnología (...) Recordemos que las principales empresas que han entrados a Sudamérica son empresas de propiedad pública del Gobierno chino", agrega.
De acuerdo con Michelle Calderón, México tiene una mayor integración económica con América del Norte, por lo que todos los esfuerzos de los Gobiernos de ese país latinoamericano han estado concentrados en estos socios comerciales, es decir, Canadá y Estados Unidos.
"La geografía de México influye mucho, la vecindad de México con Estados Unidos limita que exista un mayor acercamiento con países asiáticos y que exista un mayor acercamiento incluso con países latinoamericanos", explica.
Al respecto, Morales Chávez coincide con la visión de que el comercio mexicano está en una suerte de codependencia con Washington, que se afianza desde la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (1994) y su ratificación en 2018, ya como Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
"México tiene una alta dependencia con Estados Unidos; en cambio, ni Brasil ni Argentina tienen esta situación. México seguiría, por ejemplo, en entrar a los BRICS, pero definitivamente no lo va a hacer por su relación con América del Norte", sentencia.
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